GAUCHO, EL

El gaucho, cantado en la poesía gauchesca como la personificación de la libertad, del coraje, la hospitalidad, es el resultado de un largo proceso. En el siglo XVII se habla del jinete de la pampa, como un personaje sin oficio que cabalga libremente por los campos; le alcanza con tener un buen caballo, un poncho abrigado, un filoso facón, un poco de yerba y la interminable llanura que le despierta la sed de horizonte. Todos los viajeros lo describen como un personaje fascinante. 'Aman la libertad y se distinguen por su dignidad pícara e independiente' Hinchliff 'Con frío o con calor, el peón itinerante descansa tranquilamente bajo la bóveda del cielo, su cama es la tierra; su poncho, su manta; su recado, su almohada.' Gillespie Cuando las colonias comienzan a comerciar con carne y cuero, el gaucho se emplea en las vaquerías primitivas estancias . Con su facón, su lazo y sus boleadoras, arreaba las grandes manadas, domaba, faenaba, cuereaba, separaba el sebo y preparaba el cuero y el charqui. A principios del siglo XIX, los gauchos fueron obligados a unirse al ejército para luchar en las guerras de la independencia y así se convierte en el ejemplo de un pueblo: asombran por su coraje, su fortaleza y su lealtad, por aguantar privaciones sin quejarse, por su orgullo y su amor a la libertad.