'Soy de los 80, lo que significa que no fui emo ni tecno, que no soy pop, ni milenial, ni analógica. Simplemente no cuajo'. Con esas credenciales podemos entrar a este libro, el primero de María Pérez, en el que aborda precisamente esa indefinición y convierte lo que podría ser un problema -no encajar en lo que los otros pretenden que sea- en una potencia o, en todo caso, en literatura. Capítulos breves o no tan breves que se leen como piezas sueltas, pero que juntos construyen una auténtica historia de vida. 'Hijo', 'Nene', 'Gordo', 'Macho' son los títulos de algunos capítulos y también los roles que asume la narradora, cuya familia esperaba un varón, o al menos una mujer que quisiera casarse con uno ¡y no con otra mujer! . Todos los hombres que fui es el relato de una serie de mutaciones íntimas, una búsqueda a veces cruel, a veces hilarante, por entender quiénes somos. Escrito con una prosa singular y ácida, este es un libro de autodescubrimiento sobre crecer y encontrar un lugar en el mundo.