Reseña: ¡Llegaron los 50! Y quién lo iba a decir. Hasta ayer éramos unas pendejas que solo queríamos divertirnos. Y hoy también, lástima que a veces no nos dé la nafta, el cuero o estemos con el caballo cansado parafraseo: 'No tenemos pilas ni un peso y estamos más pinchadas que colchoneta de colonia . Lo que pasa es que la cincuentennial tiene una mente hiperactiva encerrada en un cuerpo hiper pasivo. Sería algo así: la cabeza hace planes como, por ejemplo, salir a correr o salir a bailar mientras que el cuerpo se pone las pantuflas, le da on a Netflix y off al cerebro. Los 50 son una oportunidad. Aprovechémosla. Saquemos del baúl la lista de los pendientes. Volvamos a soñar despiertas. Aprendamos a no procastinar poner los deseos en pausa . Vayamos por otro master en 'no me hagas caso, yo sigo en bolas igual que vos'. Siempre terraza, nunca subsuelo. Ya no hay tiempo para aburrirse, el reloj cronológico hace Tik-Tok y marca las horas intensas y las perdidas también. Y esa película por la que pagamos, la nuestra, la secuela, de la que subiremos una partecita al Instagram, está por comenzar en Flow. Quién nos dice que, a lo mejor, es una nueva, exótica y no censurada aventura de amor.