SALE LA LUNA REDONDA, REDONDA, COMO UNA PLAZA, COMO UNA RONDA. A partir de una canción tradicional, la autora toma estos versos y los transforma en un precioso poema que recorre el camino de la luna desde la mirada de una niña y su gato. Esta colección está pensaba para que los más pequeños se acerquen a la poesía, casi de a sorbitos, le tomen el gusto, ¡y pidan más!