Reseña: Investigar la vida de Riquelme es un trabajo complicado. Detrás de la fachada de sencillez, de sus costumbres de pibe de barrio -asado con los amigos, mate a toda hora, picado cuando pinta-, hay un hombre que obliga a mirar muy bien las dos caras de la realidad. Aquella que está expuesta y la que se oculta detrás de los muros de su intimidad. Alfredo Luis Di Salvo lo hace: busca, no se conforma con las apariencias, consulta con los que han convivido con él en los vestuarios y en la vida, con los que lo han amado hasta la incondicionalidad y con los que están del otro lado.